Cuando empecé a pensar mi nota de "Redes felices", consulté a algunas personas sobre el tema para ver si sentían lo mismo que me pasaba a mí. Una de ellas fue Claudina Kutnowski como les conté, pero también a Violeta Vazquez (¡googlela!). Viole, a quien recurro muchísimas veces para que me de su mirada clave de las cosas (siempre la tiene), me dijo que fuera para adelante con este tema. Incluso me empujó a arrancar el blog contando este entreverado tan genuino y profundo que pasaba por mi cabeza.
Y no se equivocó. Porque la cantidad de comentarios que recibí en torno a la temática fueron increíbles, como si hubiera puesto en palabras lo que muchas de ustedes sentían.
Hubo un mensaje que fue de los que más me resonó. Decía que está bueno hablar de sentimientos, abrir nuestro interior y mostrar lo que nos hace personas, aunque igual no hace falta "desnudarse" del todo. Y muchas cosas se desprendieron acá:
Coincido totalmente en que no hace falta desnudarse del todo. Plenamente de acuerdo. Hay algo que es nuestra intimidad, que tiene que ver con lo más profundo que guardamos y vale resguardar. Cuando yo hablo de que a veces se hace "marketing" de la propia vida en las redes sociales porque no mostramos todo lo que somos, no hablo de abrirse en cuestiones de la vida privada. Sino, de ser un poco más humanas en lo cotidiano.
Porque si bien todas amamos a nuestros hijos, también muchas veces nos agotan. O no nos dan las horas del día para todo lo que quisiéramos, o tenemos que trabajar un feriado, o la valija queda atrapada en algún destino incierto a la vuelta de un viaje espectacular, o nos cuesta una locura arrancar el gym (por más que en la foto estemos divinas), y ni que hablar de los chocolates que nos comemos en plena dieta, o de las cosas que arrancamos y dejamos al mes. O las dudas existenciales que son miles.
Hay maneras de contar lo que vivimos y nos gusta, que ayudan a que los otros no se sientan tan solos. Porque no somos celebrities que salimos después de parir y posamos en la puerta del sanatorio como si nada hubiera pasado (les juro que esto pensé cuando salí de la clínica con mi segundo hijo en brazos, y el alma en la mano). Cuando todo es tan perfecto y no evidenciamos ese tipo de "grietas", se genera mucha angustia en quien nos ve.
Yo busco que mi blog sea un espacio de encuentro de datos piolas, de búsquedas interiores, de reflexiones, de historias creativas, de cosas ricas (para el cuerpo y el espíritu), de ropa que nos permita vivir la vida más relajada, y de muuuuchos tips de belleza para sentirnos mejor. Un lugar de disfrute (porque como dice Vero Mariani, "para angustiarse está la primera plana del diario"), y de vidas que busquemos incansablemente cada día, la forma (o las formas), de vivir mejor.
¡Hasta la próxima! (¿Les encantó mi remera de la foto? Es de HG Indumentaria. No dejen de entrar a chusmear el espíritu y laburo enorme que tiene esa marca)
¡Chin chin! ¡Y a pasarla bien! :)
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