Charlamos mucho con Flor de todo esto, y me contó que acaba de lanzar un nuevo proyecto que se llama "Iki". El nombre viene de la palabra "Ikigai", un término japonés, que tiene que ver con encontrar un motivo para existir (Para las que quieran saber más del tema, pueden leer una una nota que hice hace un tiempo acá). Lo que ella hace es acompañar procesos de cambio. La propuesta tiene que ver con ir guiando a las personas por diferentes aspectos de sus vidas, para fomentar la auto-observación, y para promover un momento de conexión con el disfrute, los valores personales, y con aquello que nos lleva a un lugar de mayor felicidad. Es en ese espacio que la conexión con el propósito aparece.
Las invito a leer nuetra charla 💛
Flor, el Ikigai está relacionado con esto de “encontrar un motivo para existir”, “una pasión”. ¿Por qué es tan importante lograrlo?
Porque cuando uno conecta con su propósito sea cual sea, vive más direccionado. Como sintiendo un mensaje interno que dice “vas en la dirección correcta”.
Vos también me diste una definición que me gustaría ampliar: “El ikigai es ese punto de unión en donde conviven actividades que amás, sabés hacer, te pagan por hacerlas, y además hacen que el mundo sea un lugar mejor”.
Sí, el ikigai tiene esto de comunión. Pero eso no quita que haya otras actividades súper importantes para nuestra vida y que disfrutemos muchísimo. Porque ikigai se traduce como “razón para vivir”. Entonces acá me encanta pensar en los pequeños (o no tan pequeños) placeres de la vida. Por darte un ejemplo “pasar tiempo con mi sobrina" es algo indispensable para mi bienestar.
¿Qué podemos hacer para encontrar nuestro “Ikigai”?
Amo la pregunta. Lo primero que pienso es bajar el consumo de instagram y Netflix, quienes suelen ser grandes distractores, y usar ese tiempo para animarnos a hacernos muchas preguntas. Si bien uno puede tener una gran epifania, el contacto con el propio propósito es algo que va apareciendo de a poco, si uno se dedica tiempo. Hacernos preguntas, abrazar las dudas, salir a explorar(nos), y permitirnos no saber son elementos clave. Al mismo tiempo que cuestionamos con mucho amor todo lo que nos trajo hasta acá. Eso sí, sin juzgarnos ni darnos con un látigo.
Vos decís que en este proceso de búsqueda interior, "lo importante no es llegar, sino lo que te pasa en el camino". ¿Cómo sería esto?
Tiene que ver con enamorarse del proceso y no sólo del resultado final. De todo lo que hay que hacer para llegar a ese lugar. Conectarse con el proceso es estar presentes, despiertas. Es conectarse con lo que cada pregunta mueve, con lo que me trae al cuerpo y a la mente. Es estar atentas a lo que empieza a moverse, a ese interés que descubro escondido, a ese mandato que ahora veo cómo me estaba impidiendo crecer. Es abrazar la incomodidad que genera un “no se”. Muchas personas nos han contado que el simple hecho de parar a escribir, ya los movilizó un montón. Eso es vivir el proceso: parar para sentir, registrar, integrar, y redescubrirnos. Hacernos preguntas, ver qué decanta, qué aparece. Cuanto más te conoces, mejor te podés mover.
Leí por ahí, que en este tipo de búsquedas hay que confiar en que nuestra sabiduría interna va a empezar a despertarse. ¿Cómo es esto?
Sí, desde una mirada muy personal siento que hay una parte nuestra que sabe para dónde ir, solo que por distintos motivos a veces queda totalmente relegada, como escondida o bloqueda. Las preguntas en el camino del iki, ayudan a reentablar conexión con esa voz interna que sabe cuál es la verdadera dirección. Van apareciendo sensaciones, pensamientos, intereses, dudas, a veces incluso sueños. Empezamos a estar más receptivas y con eso desbloqueamos el acceso a la esencia y a la voz.
¿Es un trabajo que puede llevarnos mucho tiempo, no? Incluso años. ¿De qué depende que encontremos eso que estamos buscando?
La verdad es que cada proceso es único e irrepetible. Vuelvo a remarcar lo importante que es poner más foco en el proceso que en la meta. Acá siempre decimos “exploralo y fijate qué te pasa, qué se empieza a mover". Más alla de esto, lo que sí te puedo decir es que en parte depende de cada una, del amor que tengamos con este camino, con las ganas de conocernos que tengamos.
¿A vos te pasó algo así, no?
Sí. Hace poco lo conté en un post. Decía algo así como que de a poco pude dejar de sostener lo que era insostenible y vi caer lentamente una forma de vivir. "De ingeniera a astróloga hay un trecho largo que caminar". Lo más importante y lo más difícil en este camino para mí, fue permitirme dudar y darme el permiso de destruir formas, estructuras y modelos de pensamiento. No fue magia ni pasó de un día para el otro. En el medio tuve mucha incertidumbre, lloré y pataleé. Me dio bronca y frustración darme cuenta que lo que verdaderamente quería hacer era otra cosa. Este cambiar y mutar “de piel” fue parte de un proceso que llevó tres años.
¿Podés darnos alguna tarea para que empecemos a hacer algo?
Desde el vamos recomendaría empezar a escribir, a pasar a un cuaderno lo que hoy sienten, las preguntas que hoy se hacen. Es importante hacer un registro sincero y sin juzgarse. Te dejo tres preguntas para arrancar
¿Qué actividades disfruto?
¿Cuáles amo?
¿Qué me hace sentir bien?
Acá vale todo, escriban sin juzgarse, lleven todo pero todo al papel.
¿Y algún video, peli o libro para recomendarnos?
"El alquimista" fue un libro que me encantó. Llegó a mí hace cinco años cuando empezaba a repreguntarme mil cosas. Fue un muy lindo aliado en mis procesos de cambio. También desde el equipo de iki recomendamos “Atrapa tu sueño” de Hemann Zapp y "El Camino del artista" de Julia Cameron.
Pueden ir leyendo, y si les interesa el tema y quieren contactar a Flor le dejo todos sus datos:
Web: https://flor-carvutto.com/
Instagram: @florcarvutto
Info del taller: https://flor-carvutto.com/6-semanas-de-ikigai/
Dato: *Con el código Pazberri tienen 20% de descuento.
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