¿Y si resulta que es más simple la cosa?
Esta pregunta estaba en el asunto de un mail de @maygroppo que me llegó ayer. Y algo me convocó. Porque sabía que iba a encontrar lo que quería leer. Y así fue.
Sí May. Yo también me pregunto muchas veces si no la estamos sobre-complicando. En general. Como vos decís: con enrosques ajenos y propios, con trámites, sistemas, prejuicios, exceso de control, ingredientes en los envases, opciones de cepillos de dientes, cuentas de Instagram, cursos y talleres, y hasta gustos de helado.
Creo como vos, que cada vez hay más opciones. De TODO. Y confieso que en gran parte me apabulla. Me aturde. Me pierde.
Una
vez leí a alguien que hablaba de esto. Decía algo así como que vivimos
en un mundo donde cada vez hay más opciones para "vivir mejor", y sin
embargo, atravesamos los mayores niveles de ansiedad, angustia, tristeza
y depresión. Para pensar.
Tal vez sea como mencionás, que haya
que callar al YO SOCIAL. Ese que nos direcciona desde afuera con lo que
debería ser, deberíamos tener, deberíamos estar viviendo, comiendo,
sintiendo, y viendo en Internet. Y viajar más al YO ESENCIAL. Ese que
tal vez nos muestre todo lo que YA ES.
¿Y si es más simple la cosa? También me lo pregunto May. Gracias por traerme esta reflexión.
No hay comentarios.
Publicar un comentario