Sorprendidas por esto, y buscando "desafiar" al sabio, se propusieron hacerle una pregunta tan difícil que nunca pudiera responderla.
Una de ellas fue al bosque, buscó una mariposa azul, y le contó a la hermana lo que haría. La tendría atrapada entre sus manos, y le preguntaría al sabio si la mariposa estaba viva o muerta: “Si responde que está viva, apretaré la mano y la mataré. Si responde que está muerta, la dejaré libre”, dijo.
Entonces, respondiera lo que respondiera el anciano, estaría equivocado y las niñas tendrían su victoria.
Así fue como llegó el momento, y las hermanas le preguntaron al anciano si la mariposa que tenía una de ellas en sus manos estaba viva o muerta. El sabio, sonriente y tranquilo, simplemente les respondió: “Depende de tí, ella está en tus manos” ❤
Con las mariposas y con la vida. "Está en mis manos". Me gusta pensarlo así ❤ ¿Qué dicen?
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