"Que 'aceptar' no es un fin, no es una cosa o algo que se logra en el afuera. Es un proceso continuo que se da en nuestro mundo interior, y que nos invita a reconocer lo que estamos sintiendo en lugar de resistir y tratar de controlar. Que la aceptación es un verbo (“Aceptar” como una posibilidad de estar con lo que me va pasando en mi mundo interno: las emociones, los pensamientos, las sensaciones, lo que ocurre dentro de mi piel). Que aceptar el eco que hace adentro lo que está sucediendo en el exterior, es una manera de aceptar afuera. Que la experiencia humana no es única, es muy propia. Que cuando acepto, cuando dejo de resistirme, de rechazar, de tratar de cambiar lo que me pasa, puedo escuchar verdaderamente el mensaje que eso me trae. Muchas personas pasan largo tiempo luchando enormemente con la tristeza, y en realidad cuando la dejamos estar, cuando la abrazamos, la curioseamos, nos acercamos, ésta nos cuenta de necesidades que no hemos podido escuchar, o nos trae mensajes que son importantes de registrar. Y entonces ahí está la transformación: no porque la experiencia cambie, sino porque empezamos a entablar una conversación nutricia con lo que nos pasa. Que del mundo para afuera, yo no puedo controlar lo que me trae la vida. Pero sí tengo mucho control de qué hago frente a eso que me trae la vida".
Estas palabras son partecitas de una nota que le hice a @manuoconnell para la membresía on line de @revistasophia. Ahí charlamos sobre cómo la aceptación nos propone conectarnos con lo que nos pasa, y abrirnos a los cambios inciertos que trae la vida ("Aceptación" es el tema del mes en "Círculo Sophia").
La nota completa está en www.circulosophia.com. Hay textos, charlas y talleres todos los meses (el 26/7 nos juntamos a hacer origami con Pao de @kokoro_origamiyetc y el 31/7 tenemos "Encuentros del alma" con @florencia.barcena). El costo mensual es súper accesible. Vayan a ver ✨️
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