Que nadie puede arrebatarte la magia si tú no das permiso para ello. Que "yo creía" y "yo quería" son palabras que nos transportan al mundo de las decepciones (¡cuántos problemas nos ahorraríamos si contempláramos la vida tal como es, en lugar de como nos gustaría que fuese!).

Que creer algo sin cuestionar esas creencias nos causa un profundo daño. Que a veces hay que desconectar para volver a conectar.

Que hay caminos que no tienen atajos (hay que transitar cada paso). Que es nuestra magia la que dota de significado a la vida. Y que por cumplir mandatos, en general nos fallamos a nosotros mismos.

Que nuestro enemigo no está afuera, sino que reside en la cueva oscura de nuestra cabeza (en nuestros pensamientos). Que si no aceptamos las cosas como son, vivimos siempre esperando algo concreto. Y esperar no es más que habitar un tiempo y un espacio que no existen.

Que tenemos que contemplar nuestra historia. Y abrazar todas nuestras partes, incluso las más dolorosas.

Que tal vez la existencia se trate de enfocarnos en la tarea presente con mucha entrega. Y vivir cada instante de la vida tal como es.

Que a veces miramos la vida desde nuestras heridas y carencias.

Que no somos tan importantes como creemos. Somos tan solo una mota de polvo en un Universo infinito.

Que lo que pensamos es producto de una forma de mirar (cada uno ve las cosas de acuerdo a sus experiencias). Y que nuestras expectativas y deseos pueden bloquear el flujo de la energía mágica.

Que la abundancia reside en las pequeñas alegrías cotidianas, en los momentos simples y hermosos que tantas veces pasamos por alto.

Que la única libertad se halla en fluir con la corriente de lo desconocido. Que no importa si el sendero nos lleva al éxito o no. Lo realmente mágico es lo que nos llevamos mientras caminamos.



Estas reflexiones son partes que fui subrayando del libro "La bruja que perdió la magia" de @soniarico_coaching (última novedad de @uranoargentina 🙏). Lo consiguen en "El gato con lentes libros". ❤️