Esta frase circula hace tiempo en redes sociales. Y tiene sentido. Es que en un contexto en el que los adultos decimos que no tenemos tiempo para nada, dormimos poco y llevamos el trabajo en la palma de la mano 24/7, ¿qué podemos pedirles a los chicos, cuando somos nosotros su espejo y punto de partida?

Esta semana hice nota sobre "Cómo ayudar a los niños a gestionar el estrés y la ansiedad" para revista Sophia. Y mientras entrevistaba especialistas, leía sobre el tema y juntaba info, fue clarísimo ver cómo primero tenemos que aprender nosotros a gestionar nuestros estados, para que después puedan hacerlo los chicos también.

Les dejo en este post, fotos con algunos textuales que elegí. 

Y el link directo a la nota acá.