En lo simple está lo más bello. Y la vida de mi abuelo con sus nietos, se trató de eso.
Porque el abuelo Ángel nunca nos regaló plata, ni juguetes ni caramelos. A cambio de eso, tiempo.
Fue el abuelo que nos enseñó el juego del apretón de manos cuando íbamos caminando (y que yo hoy repito con Bauti). El que siempre nos preguntaba a cada nieto "¿Sabés una cosa?", y cuando veía que nos quedábamos ansiosos esperando la respuesta nos decía "Que te quiero mucho".
El abuelo al que llamé preocupada la mañana de mi casamiento porque no paraba de llover, y me dijo que me quedara tranquila, que era "agua bendita". Que me ayudó a comprar mi primera heladera. Y nos enseñó a todos a respirar en colores.
El abuelo que me dijo alguna vez que cuando aparece el verdadero amor en tu vida es como el "Big Bang". Y él fue ejemplo de eso con Mamina: juntos nos enseñaron sobre el amor que acompaña, respeta, comparte y ama por sobre todas las cosas.
El abuelo con el que nos sentábamos a tomar mate en la mesa de Juncal, y nos agarraba las manos a las nietas para mirarnos los anillos y las pulseras. Que con la uña rascaba el individual. Y que nos enseñó a pelar naranjas con una técnica precisa que siempre vamos a recordar.
El abuelo del Peugeot 504. Y del pelo blanquísimo (nunca reveló el secreto de cómo lo tenía tan lindo). El abuelo de los cuatro cepillos de dientes. Y del té con leche y tres galletitas de agua con mermelada de naranja.
El abuelo incondicional. Íntegro. Que decía que iba a llegar a los 104 años (como el "Magiclick"). Amado padre, marido, abuelo y bisabuelo.
El abuelo que se tocaba la punta de la nariz con la lengua. Y tenía un súper-poder: mover las orejas.
El que -a por lo menos los primeros nietos-, nos llevó la cuenta de cada materia aprobada en la facultad. Y nos prestó a Mamina cada vez que la necesitamos.
Un abuelo que también fue el bisabuelo de nuestros hijos. Gran bendición de la vida.
Hace una semana despedimos a mi abuelo Ángel. Y sólo siento gratitud por todo lo que fue, y el legado que nos dejó. El cielo está de fiesta 🤍
Hace poquito leí que nadie se marcha del todo. Que nadie desaparece. Que acogemos adentro nuestro a esa persona que ya no está, y nos transforma para siempre.
Infinitas gracias Abuelo.
Volá alto y descansá en paz.
El post de Ig, acá.
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